La escuela debe ser un espacio en el que sentirse seguro, sin embargo, en las escuelas también se detectan casos de violencia y acoso escolar o bullying.
Los propios compañeros pueden ser los victimarios ante los niños que, por distintas razones, sufren maltrato físico o psicológico a través de actitudes como la represión, la discriminación, la homofobia, la violencia sexual o el castigo corporal.
El bullying o acoso escolar tiene efectos negativos en la salud física, el bienestar emocional y el rendimiento académico de los niños, especialmente si dicha violencia se repite en el tiempo o es severa, además de influir en el clima escolar del centro educativo, la situación puede producirse durante el recreo, en la fila para entrar a clase, en los baños, los pasillos, los cambios de clase, al entrar y salir del centro, en el transporte escolar o en el comedor.
También puede ocurrir en el aula, cuando el profesor está escribiendo en la pizarra o mientras está atendiendo a otros alumnos, es difícil estimar la prevalencia del acoso escolar, pero los expertos en la materia coinciden en señalar que se trata de un problema muy frecuente.
“Se estima que entre un 15% y un 50% de los niños y los adolescentes pueden haber sido víctimas de acoso escolar en algún momento, “la mayor parte de las personas tenemos riesgo de estar expuestas a este problema a lo largo de la vida”. Algunos colectivos son más vulnerables y tienen mayor riesgo de ser víctimas de acoso escolar.
En el marco de las actividades de Extensión Universitaria se realizó una charla de prevención ante el acoso escolar, de la jornada participaron alumnas del primer semestre de la asignatura de psiquiatría, la presentación del tema se realizó en la escuela Rebeca Fortunata Alem Rojas por un pedido de apoyo de la directora de dicha institución educativa.